Debemos de mantener vivas las actitudes de atención, de servicio, entrega y de gratitud, ya que esto nos distingue a nosotros como discípulos de Dios y son sensaciones que nos enriquece. Le insto que lo hagamos ya que así vamos creando comunión, tendremos una vida compartida y solidaria, en fraternidad, en atención y acogida al prójimo, especialmente si es pobre o necesitado. Esto enriquecerá nuestras familias, trabajos, comunidades de oración. seremos ejemplos para los niños y jóvenes que nos rodean.
Evangelizadora: Rosario Parrales Murillo
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Le motivo a tomar su Biblia y buscar el libro de Cantar de los cantares, el capítulo
2, 8-17 que en su contexto histórico podríamos decir que es "el cantar más hermoso" o el "mejor cantar", este se le atribuye a Salomón. El Cantar es una colección de poemas de amor, en cuanto al contenido se trata de los cantos amorosos de aquella y de todas las épocas. El amado y la amada se buscan, se separan, se vuelven a encontrar, se desean, se recuerdan, sufren con la ausencia y la nostalgia. Se canta la hermosura de los cuerpos, se alaban las delicias del amor, y toda una constelación de imágenes y realidades dan vida a ese amor: el campo, las flores, el vino, las gacelas, la miel y la leche, rebaños, huertos y fuentes. Todo esto está al servicio de la exaltación del encuentro amoroso entre un hombre y una mujer, sin rostro, pero con el nombre y el rostro, la belleza y los sentimientos de todos los hombres y mujeres que se han querido y se quieren en este mundo.
Dios es el creador, es el mismo amor. Usted es semejanza de Dios, usted es amor; por ello tenemos sed de encontrarnos con el amado (Dios), y sed de buscar a aquel o aquella que amamos. Su cuerpo es hecho por las manos de nuestro Señor, significa que su cuerpo es hermoso, y si ponemos atención a lo que que dice el texto biblíco encontramos que alaba las delicias del amor y nos habla de imágines y realidades que dan vida al amor, en el hoy podríamos mencionar algunas de ellas: el arco iris, el amanecer, una flor, la luna, las olas del mar, el verdor de las montañas, las estrellas, el cielo, la brisa, el olor de la tierra mojada, etc.
Cuando nos limitamos en cuanto a sensaciones, se dan formas de bloqueo. Sensaciones como: meterme debajo de la lluvia y empaparme, acostarme en el piso y ver la luna, las estrellas, sentarme en la arena y escuchar el ruido de las olas, detener mi carro y observar el arco iris por un instante, tocar la flor y percibir su aroma, por la ventana de la casa deleitarme del celaje, levantarme por la mañana y sentir el aire frío y ver el color del cielo, caminar descalza en el cesped, tomar de la mano al ser que amo y caminar juntos en silencio, dialogar con mi hijo sabiendo escuchar primero, etc.
¿A cuántas de estas sensaciones usted se ha negado, o le han negado, o vamos más allá, o usted le está negando a sus hijos o nietos?
Todo esto nos ayuda a desarrollar el amor, recuerde usted es amor, es semejanza del amor de amores.
Pero, ¿cómo me doy cuenta si las bloqueo?
1.Las que ya existen tal vez no sean las suficientes para que como persona pueda desarrollar con una cierta plenitud sus capacidades.
2. A lo mejor viva en un mundo de situaciones intensas, Ej. adolescentes con música muy ruidosa y a todo volumen.
3. Pueda suceder que usted haya descartado sensaciones más matizadas, el niño de la ciudad que solo conoce caminar sobre superficie dura e ignora la delicia de otro niño que ha pisado mullidas superficies de hierba o la dificultad pegajosa de caminar por un terreno embarrado. Podríamos ahora hablar del niño de campo que nunca fue a la ciudad y no conoce la inestable belleza de centenares de luces en la noche o el agobio sofocante de los empujones por las calles.
Pareciera que el hecho no tiene demasiada transcendencia. Pero, si enriquecemos las sensaciones que bendicen nuestra vida, desarrollamos más el amor, por la creación, por nuestra pareja, por nuestros hijos, por el prójimo. Nos llenamos de paz y alegría.
En los primeros años de vida, va a contribuir a un desarrollo más completo del sistema límbico y del número de neuronas y de conexiones neuronales de la corteza cerebral, dotando a la persona de mayores alternativas de elección ante las opciones del futuro que se le presentan. Sus hijos podrán elegir, ya el mundo no les impondrá.
Un hombre que añoraba el contacto sensorial con su padre, no tenía conciencia de que le hubiera tocado nunca, salvo una fotografía de niño, en que le sentó sobre sus rodillas. Este hombre ya adulto intentaba recuperar ese tipo de sensación única a través de contactos homosexuales, que él mismo confesaba no le servían para su objetivo, le dejaban perpetuamente insastifecho. A veces observamos jóvenes que andan en busca de que un hombre les ame, escuche, las abrace, porque su padre no les abrazo o no tuvieron nunca a papá cerca. Se enamoran de hombres mayores que ellas, andan en busca de esa sensación que no pudieron tener. No les neguemos a nuestros hijos de sensaciones que les ayudarán a ser más seguros de sí mismo cuando lleguen a grandes. No nos neguemos sensaciones, ya que nos traen alegría, nos hacen creativos y fuertes. Amantes a la creación de Dios, amantes a nuestros prójimos. ¿Sería capaz usted de vivir en este tiempo sensaciones que le negaron de niño o niña, como mojarse debajo de la lluvia, sentir el barro en sus manos y otras que usted podría mencionar?. No le niegue a su hijo el comerse un buen helado y llenarse las manos de el, deje que su niño sienta la tierra, el barro en sus dedos, que camine descalzo en el cesped o la arena, usted papá salga con sus hijos a jugar, a dialogar con ellos, al cine. Usted mamá dese un espacio con sus hijas para hablar cosas de mujeres, salga a comerse algo con ellas, le aseguro que esas sensaciones nunca las olvidarán. De un espacio a su familia y a usted mismo para vivir las sensaciones, Dios hizo la creación para que se deleitara de ella.
El vivir las sensaciones es diferente para cada persona. Depende de factores temperamentales, por ello lo que para unos es insuficiente para otros puede ser saturación. También depende en parte de la cultura. Podemos observar un gran número de mujeres que vivían en un ambiente de mucho estímulo verbal en la infancia. Se casan y se han sentido frustradas en el matrimonio donde su pareja no genera la cantidad de conversación que ellas experimentaban. Podríamos agregar la importancia de saber diferenciar la comunicación, según el género. La mujer habla más que el hombre.
¿Qué consecuencias se pueden dar en el bloqueo de sensaciones?
Tanto en las personas adultas, en los que sufren, los que tienen ansiedad, personas confinadas en celdas de incomunicación, en casos de emigración; genera: rutina, entorpecimiento de la sensibilidad, freno para la creatividad, comunicación, freno para la alegría, melancolía, sensación de fragilidad, (si su entorno era más rico).
Desde hoy deleitese con la flor, con el abrazo, saque al abuelito que está en el cuarto y permitale sentir el calorcito del sol, respete y apoye al emigrante, ya que nuestros seres amados un día pueden estar en otro país y van a necesitar de ello y lo que usted y yo sembremos eso vamos a recibir, salga al parque con su familia y sienta la brisa, vea los árboles, acaricie al perro ellos son creación de Dios (cuando en una casa hay una mascota se desarrolla el amor en nuestros hijos, la responsabilidad ya que ellos deben colaborar en el cuido, se levanta el autoestima de ellos) abrace a los seres que ama ya que hoy los tiene y mañana no sabemos si estarán. Todo esto es alimento y hace que desarrollemos más el amor. No bloquee las sensaciones, tenga un mundo enriquecido en sensaciones, no se niegue, aprenda a vivir la vida cada día que Dios le regala.
Atrévase camine descalzo en el cesped tiene vida, ¿por qué se niega?, penetra en el color de las flores, saborea el dulce que te regalaron, camina sobre la arena, siente las olas del mar sobre tus pies... y alaba a Dios porque todo eso le da vida al amor, y el amor es usted.
Definitivamente el vivir las sensaciones es una muestra de nuestra libertad y de la sanidad de nuestra alma.
ResponderEliminarUn alma alegre puede expresar abiertamente sus sensaciones. La manifestación de afecto es una expresión palpable que materializa el amor.
Realizar manifestaciones de afecto refuerza enriquecedoramente la vivencia del amor cristiano.
Tenemos el mayor ejemplo de sensación, en la encarnación de nuestro Señor Jesucristo. Su condición hipostática de verdadero Dios y verdadero hombre es en sí misma una manifestación sensorial del Dios viviente.
Cristo vivo, en el vientre de María es la revelación perfecta de la sensación del verbo encarnado. María recibe la primicia de la sensación de la segunda persona de la Santísima Trinidad.
Pero no solamente la figura de Jesucristo Hombre, es en si misma una manifestación sensorial, sino también la vida de Jesús: sus actos estuvieron cargados de sensaciones. Podemos recordar así, en San Marcos como abrazando a un niño les enseña a sus discípulos como se recibe a Dios a través del prójimo (cf Mc 9,36), o como corrige a sus discípulos cuando intentan parar a los niños que se acercan para ser tocados por Él (Lc 18, 16) o como permitió que la mujer pecadora le lavara sus pies con sus lágrimas y se los secara con sus cabellos, (Lc 7, 38), acto que extrañó del dueño de la casa reclamándoselo, o como le permite a Tomás que introduzca su mano y sus dedos en sus llagas ante la incredulidad de aquél (Jn 20,27).
Todas estas manifestaciones sensoriales de nuestro Señor tienen al final un fondo de enseñanza sumamente acorde a nuestra condición natural. Cristo sabe, porque lo vive en su naturaleza de hombre, que necesitamos las sensaciones, las muestras de afecto, la expresión física, de ahí que nos muestra el evangelio con este necesario e inherente recurso.
La manifestación sensorial plena de nosotros los cristianos de la vivencia del Cristo vivo lo tenemos al convertirnos sagrarios del mismo Cristo cuando comulgamos su cuerpo y sangre en las especias del pan y del vino. Esto nos remite a María quien tuvo la primicia de la sensación del Dios vivo que hoy gracias a su Fiat, podemos recibir como prenda de vida eterna en la Eucaristía.
Aprendamos de nuestro Maestro y manifestemos libremente nuestro amor a lo demás a través del afecto, dejemos que nuestro amor trascienda de la condición de ser, de estar allí, recibido gratuitita e inmerecidamente, a manifestarlo en el hacer de las sensaciones, especialmente el afecto. En esto también obra nuestra fe.
José Fred Masís Solís.
Estamos rodeados de muchas sensaciones, nuestra vida gira entorno a ellas, las hay buenas y malas, por eso debemos distinguirlas. El Cristiano que se alimenta constantemente de Dios diría yo que debe esperimentar la sensación de paz, de alegría y de una "llenura" que te haga no buscar en sensaciones terranas lo que Dios te ha dado y te puede dar. Las sensaciones son buenas, muchas de nuestra experiencias se mueven atraves de estas. Educa a tus hijos en una sana utilización de las sensaciones.
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