¿Qué es ser feliz?
- Encontrar fuerza para perdón.
- Esperanzas en los sufrimientos.
- Amor en los desacuerdos.
- Reflexionar sobre la tristeza.
- Apertura para aprender en los fracasos
- Seguridad en los momentos del miedo.
- Encontrar alegría en el anonimato.
- Recordar que vale la pena vivir la vida a pesar de luchas, llanto, incompresiones, crisis y desafios.
Al iniciar este tema, deseo darte a conocer que es formativo.
Ideal comapartirlo con otras personas.Démonos cuenta que antes de que los libros biblícos fueron puestos por escrito, el pueblo elegido ya vivía su fe, la celebraba, y la comentaba. Al principio, los judíos y cristianos les importaba vivir los acontecimientos de salvación pero con el tiempo, se pusieron a escribirlos. Lo mismo sucedió durante los primeros años de la Iglesia, cuando los cristianos y cristianas celebraban su fe en Jesús Resucitado, vivían unidos y lo compartían todo.
¿Pero, qué estaba primero?
La vivencia de la fe, así ocurrió con el Antiguo Testamento, el cual primero constituyó la experiencia de fe del pueblo con Dios, que luego fue puesta por escrito. De la misma manera sucedió con la fe de la primera comunidad cristiana. El Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento, nacieron a través de relatos orales que se iban pasando de generación en generación, imaginamos ver a los abuelos o padres reunidos con sus hijos, nietos y demás familiares narrandoles todo lo acontecido.
Todo esto nos hace entender, que los judíos y los primeros cristianos tenían mucha capacidad para memorizar, ya que eran diestros de recitar sin equivocarse los relatos que habían escuchado. Pasado el tiempo los pusieron por escrito. Es bueno saber que pocos escribían, y por cierto a ellos les llamaban escribas. De esta forma nacieron los libros de la Biblia.
Antes de ser escritos fueron acompañados de interpretaciones, versiones y complementos orales. Los textos biblícos en su mayoría proceden de la tradición oral. La transmisión oral pasa después a ser transmisión escrita, desde la tablilla en que se escribe el texto, pasan al papiro, al pergamino, al rollo, al códice y finalmente del manuscrito a la imprenta.
La primera se llamó Biblia de Gutenberg, impresa hacia el año 1455, llevaba ese nombre por el inventor de la imprenta, Juan Gutenberg, era la Vulgata, esto es la Biblia traducida al latín.
La traducción o versión, es el paso de escribir los textos originales de la Biblia a otra lengua. En el A.T fue escrito en hebreo y el N.T en griego. III siglos a.C, los judíos que vivían fuera de Palestina usaban el A.T traducido al griego, porque ya no sabían ni entendían el hebreo. Su traducción se llamaba "de los Setenta", porque una leyenda decía que fueron 70 ancianos especialistas en las Escrituras quienes la tradujeron del hebreo al griego.
Si nos vamos al N.T, recordamos que Jesús predicó poco tiempo, murió joven, no se había escrito nada. Los doce discípulos escogidos por Jesús aprendían de lo que Él les enseñaba. Ellos guardaban y transmitían estas enseñanzas, y a esto se le llama Tradición Apóstólica. Los Evangelios que vienen de la Tradición Apostólica son: Evangelio según Marcos, Mateo, Lucas y Juan. Así conocemos hasta hoy la verdad sobre Jesucristo. El N.T está formado por los Evangelios, los Hechos de los Apóstoles, cartas de Sn. Pablo y de otros Apóstoles y el Apocalipsis.
La Iglesia tiene la gran tarea de custodiar y alimentar la fe del pueblo de Dios. En virtud de su bautismo, estamos llamados a ser discípulos y misioneros de Jesucristo. Esto conlleva seguirlo, vivir en intimidad con Él, imitar su ejemplo y dar testimonio. Dios es la realidad fundante, no un Dios sólo pensando, sino el Dios de rostro humano; es el Dios con-nosotros, el Dios del amor hasta la cruz. Precisamente esto lo debemos imitar Él es nuestro modelo. Cristo se nos da a conocer en su persona, en su vida y en su doctrina por medio de la Palabra de Dios. En este año 2010, usted y yo somos invitados a educarnos más en la lectura y meditación de la Palabra de Dios, que se convierta en nuestro alimento.
Hemos de fundamentar nuestro compromiso misionero y toda nuestra vida en la roca de la Palabra de Dios. Iniciemos en nuestros hogares, encendamos hogueras de amor, perdón, reconciliación, sanemos nuestros cuerpos y nuestros huesos, solo llegando a su Palabra tendremos nueva vida y sabremos vivir con optimismo cada momento de nuestra vida.



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