Comunidad San Pablo Apóstol

jueves, 14 de enero de 2010

Abiertos a una disciplina conforme al Señor.

 "Fomente una confianza en usted mismo y en sus propias habilidades, pues ha sido hecho a imagen y semejanza de Dios".
No acepte mentalmente que usted haya sido creado para la derrota o para el fracaso. Concentre su mente en este año 2010 en sus cualidades positivas y no en sus debilidades; en su capacidad de triunfar y no en problemas imposibles de resolver.


Iniciemos el tema de hoy con la siguiente cita: Proverbios 3, 1-12
En este año la Palabra de Dios nos invita a aceptar la sabiduría con docilidad y también nos exhorta con amor de padre. Si escudriñamos bien la lectura encontraremos cuatro estrofas que se centran en la confianza y en el respeto o temor al Señor, en el versículo 9, encontramos la obligación cultual o de culto del pago de los diezmos, también nos mueve a aceptar la disciplina divina. La sección entera se inspira en la religión de la alianza. Encontramos también las concreciones de la retribución: días sin término, éxito, salud para tu cuerpo, abundancia. Nos deja claro que nos corrige como un padre, y que bueno sería volver a leer el versículo 12, pues a nosotros los padres y las madres de familia nos lo deja bien claro: "el padre que ama a su hijo le corrige, y Dios le ama a usted como un padre a su hijo predilecto".

En este año nuevo, debemos de revisarnos interiormente, su acercamiento a su realización o a su fracaso, depende en mucho de la imagen que tenga de sí mismo. Le toca elegir si en este año 2010 va a pensar alegre o triste, pensar si vale, o pasar día a día diciendose que nada vale y nada puede. Si nos decidimos a disciplinarnos conforme al Señor, y no olvidamos sus enseñanzas y prácticamos sus mandamientos, nos diremos todos los días tendré días en abundancia, años de vida y bienestar.
Usted y yo somos como "animales de costumbres", si adquirimos el hábito de amarnos, animarnos día a día, también vamos a adquirir la costumbre de ser éxitosos, y en la misma Palabra nos lo dice que luchemos día a día para que no se retire ni el amor, ni la fidelidad, debemos gravar esto en nuestro corazón y así seremos éxitosos y tendremos aceptación ante Dios y ante los hombres. Ser fiel con Dios, con la pareja, nuestros hijos, con los amigos; amar a los que nos aman, pero también amar a aquellos que nos hacen daño. Quiero decirle dichoso o dichosa usted que tiene esa persona que le hace sentirse mal, dese cuenta es la que le hace crecer, le está haciendo fuerte, su paciencia se agranda. Su éxito va a depender en gran parte del grado de determinación que ponga.
En todo aquello que le suceda en este nuevo año, recuerde confíe en el Señor con todo su corazón, aunque el mundo se venga abajo, confíe en Dios, aprenda a contar con Él en todos sus caminos, en todo lo que haga y donde vaya, si usted se esfuerza por poner en práctica esto, Dios enderezará sus sendas. ¿Qué senda viene torcida, la del matrimonio, la de sus hijos, la del trabajo o su vida misma?, Dios la enderezará si usted confía en Él, solo en este capítulo le dice tres veces "confía". Cuando vengan momentos difíciles en este año, recuerde esta lectura biblíca. Luchemos por evitar el mal, y ansiemos en lo profundo de nuestro ser respetar a Dios, esto nos llevará a tener salud en nuestro cuerpo, será medicina para nuestros huesos.
Cada nuevo día, digase a sí mismo: "Soy capaz, tengo cualidades, puedo empezar, un sacrificio más, tendré más paciencia, amaré un poquito más, soy digno, soy capaz de alcanzar más de lo que he hecho, si he llegado hasta aquí, significa que podré alcanzar más, tendré éxito", con todo esto y más que usted tenga estará fortaleciendo su capacidad de determinación. acostúmbrese a pensar bién de usted mismo y de sus habilidades o cualidades.



Hay que ir eleminando uno a uno los deseos inútiles, a fin de ir limpiando de malezas el terreno en donde debe crecer sano y vigoroso el ideal de lo que deseamos conseguir.
Lo primero que debe anhelar es amarse, quererse así mismo, si tenemos un gran ideal, lo amamos, lo cultivamos y trabajamos por conseguirlo, en el día que menos pensemos, lograremos llegar a la meta de nuestros buenos deseos.   -¿Qué quiere alcanzar en este año 2010?

Si nuestro anhelo es tener ganancias, prosperidad en lo que hagamos, pongamos atención al versículo 9, ya que nos mueve a honrar al Señor con nuestras riquezas, todos somos ricos, pues cuando venimos al mundo no traíamos nada, y vea ahora lo que tiene. Pero, nos dice honrale con las primicias de tus ganancias, significa con lo primero, con lo mejor. Si usted siembra los primeros frutos y mejores son para Dios, y como es esto, para que entendamos nos envía a compartir lo mejor con los demás. De las compras que hice, de la ropa que tengo, la casa, el carro, el dinero, la choza en la playa, todo debo aprender a compartirlo con los demás, pues nada es de nosotros somos simples adminsitradores. No nos olvidemos en este año de los más necesitados, de los ancianos, de los indigentes, del sacerdote, del grupo de oración al cual usted aisiste, de los enfermos, de los que están en las cárceles, de aquellos que no tienen un lugar donde disfrutar ni dinero con que hacerlo. debemos acogerlos con amor y ayudar en lo que este a nuestro alcance, con ello honramos al Señor y estamos dejandonos disciplinar conforme al Señor y no conforme a aquellos que cada vez desean más y más y se dicen primero yo, segundo yo, tercero yo, viven en un mundo lleno de egoísmo y hacemos cada día que existan más hermanos necesitados con esta aptitud, además no hacemos presente a Dios en medio de nosotros.
Le insto a no rechazar la instrucción del Señor, y en el versículo 11, nos dice: "Ni te enojes por su corrección", pues el Señor corrige a quien ama, como un padre a su hijo predilecto".
Que en este año usted y yo no nos arrastremos por la vida de rodillas, vencidos y temerosos. No vayamos acosados por el vago temor de que algo malo nos va a acontecer. En sus manos esta lo que le permitirá llegar a ser lo que desea ser. No se conforme con menos de lo que es capaz de conseguir. Usted tiene poderes en su alma para vencer las dificultades, Dios las sembró en cada uno de nosotros, sólo dígase en este año 2010, aceptaré una disciplina conforme al Señor, y esto me traerá bienestar, éxito, confianza, enderezará mis sendas, tendré salud en mi cuerpo, la fuerza para evitar el mal, prosperidad, pues ya no solo yo tendré podré dar, compartir con otros lo que yo tengo, es una promesa de Dios para usted en este momento.

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